La alemana de 36 años guardó su virginidad para poder sacar provecho a sus 36 años, y sacar provecho significa conseguir algo de dinero por ella. Mandy, como es el nombre de la vendedora, trabaja como azafata y solicitó ayuda en la página web Cinderella Escorts para poder ofrecer su cuerpo.
La mujer tomó la decisión al darse cuenta que el “hombre correcto” que estaba esperando nunca llegaría.
“Cada mujer solo puede perder su virginidad una vez. Pero si los ha mantenido durante mucho tiempo, hace que el placer sea aún más valioso”.
Pero los 250 mil euros se fueron bien invertidos, pues los utilizó para financiar sus estudios y poder ayudar a su familia con ciertos gastos de hogar. Ah, y dejó unos cuantos euros para la caridad.
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