Fue precisamente en la pelea entre el gregoriano Levan Shonia y el búlgaro Spas Genov, enfrentamiento en donde el entrenador de Levan terminó pagando los platos rotos después de tratar de calmar a su pupilo.
La pelea que se llevó a cabo el pasado sábado en el Armeec Arena, en Sofía, Bulgaria, muestra como Shonia estaba enfurecido con su oponente, tanto así que no le importó que su entrenador tratara de calmar los ánimos para mandarle uno que otro puño.
Hasta el árbitro trató de interceder ante la actitud que tomó el gregoriano, pero al final el boxeador se montó sobre las cuerdas simulando que había ganado la pelea.
?? Astonishing stuff from Bulgaria tonight as a boxer goes rogue after refusing to accept defeat and exchanges shots with his own coach. pic.twitter.com/mVsVOPB42p
— Michael Benson (@MichaelBensonn) 27 de octubre de 2018