Vulcan Inc., empresa propiedad de Allen, informó en un comunicado que el deceso ocurrió el lunes. A comienzos de este mes, Allen reveló que el cáncer del que se le atendió en 2009, había regresado. Se trataba de un linfoma distinto al relacionado con la enfermedad de Hodgkin.
Gates expresó que se sentía con el corazón roto por la pérdida de uno de sus “mejores y más queridos amigos”.
“La computadora personal no hubiera existido sin él”, aseveró Gates en un comunicado. “Pero Paul no se conformó con crear una compañía. Canalizó su intelecto y compasión en una segunda etapa, concentrada en mejorar la vida de la gente y en fortalecer las comunidades tanto en Seattle como en todo el mundo. A él le encantaba decir: ‘Si esto tiene el potencial de hacer el bien, deberíamos hacerlo’”.
Allen, ferviente aficionado a los deportes, era dueño de los Trail Blazers de Portland en la NBA y de los Seahawks de Seattle en la NFL. Al anunciar que la enfermedad se había presentado de nuevo, Allen prometió luchar agresivamente contra ésta.
“Aunque la mayoría conocía a Paul Allen como empresario tecnológico y filántropo, para nosotros era un amado hermano y tío, así como un excepcional amigo”, comentó su hermana Jody Allen en un comunicado.
Allen y Gates asistieron a la misma escuela privada en el norte de Seattle. Más tarde, los dos amigos abandonaron los estudios superiores para perseguir el sueño que vislumbraban: Una computadora en cada casa.
Gates creía tan firmemente en este proyecto que dejó la Universidad de Harvard en su primer año para dedicarse de tiempo completo a la empresa incipiente que había creado con Allen. Originalmente, dicha compañía se llamó Micro-soft.
Allen pasó dos años en la Universidad Estatal de Washington antes de desertar también.
Ambos fundaron la compañía en Albuquerque, Nuevo México, y su primer producto fue un lenguaje para la computadora personal Altair. Se trataba sobre todo de un pasatiempo para que los interesados conocieran un modo básico y de programar y operar la computadora.
Tras cierto éxito en la venta del lenguaje de programación MS-Basic, los dos empresarios originarios de Seattle mudaron su negocio en 1979 a Bellevue, Washington, cerca de la sede definitiva de Microsoft en Redmond.
El despegue de Microsoft llegó en 1980, cuando IBM Corp. decidió incursionar en la fabricación de computadoras personales. IBM solicitó a Microsoft que le suministrara el sistema operativo.
En realidad, no fueron Gates ni su compañía los que inventaron el sistema operativo. A fin de satisfacer las necesidades de IBM, gastaron 50.000 dólares para comprar un programa conocido, QDOS, a otro programador, Tim Paterson. Eventualmente, el producto refinado por Microsoft y rebautizado como DOS (sistema operativo de disco) se convirtió en el corazón de las PCs de IBM y de otras compañías.
Y Microsoft comenzó a dominar la industria.
Las primeras versiones de dos productos clásicos de Microsoft, Word y el sistema operativo Windows, fueron lanzadas en 1983. Para 1991, los sistemas operativos de Microsoft eran usados por el 93% de las computadoras personales en todo el mundo.
Windows es empleado hoy en la mayoría de las computadoras de escritorio del planeta, y Word es la piedra angular de los productos Office.
El actual director general de Microsoft, Satya Nadella, consideró “indispensables” las contribuciones de Allen a la empresa, a la comunidad y a la industria.
“Como cofundador de Microsoft, en su propio estilo sereno y persistente, él creó experiencias, instituciones y productos mágicos y, al hacerlo, cambió el mundo”, escribió Nadella en Twitter.
Gates y Allen se convirtieron en multimillonarios. Ambos se dedicaron después a labores filantrópicas.
Junto con su hermana Jody, Allen fundó en 1986 Vulcan, la firma de inversiones que supervisa sus iniciativas empresariales y filantrópicas. Creó el Instituto Allen para la Neurociencia y la compañía aeroespacial Stratolaunch, que ha construido un avión colosal diseñado para poner satélites en órbita.
Ha respaldado también investigaciones sobre energía de fusión nuclear.
Más tarde, Allen se unió a un grupo conformado por las personas más ricas de Estados Unidos que prometieron donar buena parte de su fortuna con fines caritativos. En 2010, Allen prometió públicamente ceder la mayor porción de su fortuna.
“Aquellos afortunados que hemos logrado una gran riqueza deberíamos ponerla a trabajar por el bien de la humanidad”, dijo entonces.
En 2011, cuando publicó sus memorias tituladas “Idea Man”, Allen permitió que la producción del programa televisivo 60 Minutes ingresara en su vivienda en Lake Washington. Mostró entonces colecciones que incluían desde la guitarra que Jimi Hendrix tocó en Woodstock hasta aviones antiguos de guerra y un yate de 100 metros (300 pies) de eslora, con su propio submarino.
Allen fue vicepresidente ejecutivo de investigación y desarrollo de nuevos productos de Microsoft hasta 1983, cuando renunció tras diagnosticársele cáncer.
“Tener 30 años y sufrir este tipo de conmoción _enfrentar tu propia mortalidad_ realmente te hace sentir que deberías hacer algunas de las cosas que no has hecho todavía”, escribió Allen en un libro publicado en 2000, “Inside Out: Microsoft in Our Own Words”, publicado para celebrar los 25 años de la empresa de software.
En el ámbito del deporte, fue también copropietario de los Sounders de Seattle, un equipo de la MLS. Tras adquirir a los Seahawks podía vérsele en ocasiones durante los partidos o conversando con los jugadores en los vestuarios.