El baterista de Blink 182 había sido diagnosticado con coágulos en la sangre, por esta razón, tanto él como la banda, se vieron obligados a detener su gira musical que aterrizaría en Las Vegas.
Travis tuvo que ser atendido nuevamente tras sufrir una recaída por una infección cutánea de orden bacteriano y coágulos sanguíneos en sus dos brazos.
El baterista de 42 años recibe un tratamiento para que sus coágulos no se despeguen y puedan llegar de manera efectiva a su corazón y cerebro, lo que le costaría la obstrucción de importantes vasos sanguíneos.
Según fuentes cercanas al diario TMZ, aseguran que Travis afronta con la mejor actitud su situación de salud, esperando su recuperación para retomar la gira.