Pese a lo aterrador, la familia encabezada por Tracey Maris decidió caminar entre la telaraña. Al dar unos cuantos pasos quedó al descubierto que la gigantesca ‘tela’ tenía cientos de arañas pequeñitas, lo que causó pánico.
«Así que, como haría cualquiera, gritamos muy fuerte. Estaban en todas partes, literalmente miles de ellos», aseguró Tracey en una entrevista para el portal Otago Daily Times.
Según cita el portal El Comercio, un experto explicó que estas pequeñas arañas viven en la hierba, pero por las inundaciones que han habido en ese lugar crearon una enorme telaraña que les permitiera mantenerse sobre la tierra.