¿Qué ganaban los conductores?
Bueno, mientras que Javier Córdova Quevedo, como es el nombre del director de la oficina, salía con beso en la boca, los conductores que accedían a la propuesta conseguían la concesión (permiso) para que los taxis pudieran prestar el servicio en la zona porteña evadiendo el valor del permiso que es de 35 mil pesos mexicanos, como asegura Excelsior.
Cansados de las humillaciones a las que eran sometidos, los conductores decidieron rotar el video casero como evidencia de las húmedas condiciones de Javier Córdova, también conocido como “La culebra”.