En China había una joven que estaba de espaldas, parada sobre una cornisa, aparentemente decidida a suicidarse lanzándose desde un edificio.
Un hombre decidió hacerse ‘el de las gafas’ y tranquilamente ofrecerle una botella de agua. Logró distraer a la joven y con la mano que no sostenía la botela, la jaló de la camisa y evitó su suicidio.
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