Esta modelo de origen neozelandés junto a su novio, el fotógrafo Josh Shaw, decidieron subir a la cima del monte Taranaki, un lugar que se considera sagrado por los orígenes de la isla.
Con 2,518 metros sobre el nivel del mar, la modelo se tomó una fotografía admirando el panorama pero lo hizo desnuda, y aunque muchos piensen que tomarse una foto en la cima de esa montaña como Dios lo trajo al mundo no es un problema, pues el pueblo de Maorí resultó más que ofendido.
Según Dennis Ngawhare, académico y vocero de la tribu Maorí, que desde la llegada de los británicos a ese suelo, los nativos han perdido la autoridad y parte de sus raíces.