Antes de que ustedes salgan en una futura nota como los ‘idiotas de la semana’, les contamos que el «salón de belleza» o el «salón de la trasquilada» se llama ‘Daniel Saray’.
Según Luisa, fue al salón de Saray a hacerse la keratina. Sin embargo, fue tan de malas que todo terminó como nunca pensó.
“Desde el primer momento en el que empezamos el procedimiento, me sugirió darle un punto (centímetro) de mi cabello ya que era natural, rubio y muy largo, a lo que yo le dije: ‘No’”, afirmó Luisa.
Aquí la foto de cómo quedó la pobre: