Redacción comercial
Un café de origen que, en este caso, por venir de las tierras de Santuario Risaralda, tiene un toque místico, pues se unen elementos que le dan un sabor y aroma especial. Son cordilleras que se empalman con los más espectaculares páramos y tierras donde llegan las brisas del pacífico. Además de ser un lugar con nombre, que por si solo, hace pensar que allí nace un café único: Santuario.
Su sabor a madera fina y frutos secos y su aroma a miel, es algo con lo que los amantes del café van a querer comenzar el día, pues realmente deleita, despierta y estimula cada uno de los sentidos.
Además, NESCAFÉ® Artesano, Santuario proviene de las manos de los caficultores que hacen parte del plan NESCAFÉ®, que por estos días nos ha mostrado todo el trabajo que lleva a cabo de la mano de nuestros campesinos y sus tierras.
