Unos turistas que recorrían el lugar se dejaron llevar por lo que de lejos se movía, y aunque no sabían de qué se trataba, su tamaño era realmente impresionante. Una vez se acercaron vieron que era una asombrosa tortuga laúd, quien viaja desde la costa Atlántica hasta Florida para poner sus huevos y que lamentablemente se encuentra en peligro de extinción.
Esta especie es conocida por ser la más grande entre todas las tortugas marinas, con un peso de 700 kilogramos.