Mientras estaba en una estación de gasolina, el hombre sigilosamente se acercó a un vehículo y robó la cartera de la conductora. Al tratar de huir, perdió el control de la moto en la que se movilizaba y terminó estrellándose contra una pared.
Cuando la víctima se dio cuenta de lo ocurrido corrió a recuperar sus pertenencias, y nuestro idiota quedó sobándose en el piso… El karma, el karma…