Riley Hemson, es una oriunda de Nueva Zelanda que llegó a pesar 115 kg. Cansada de ser la burla de todos su compañeros en el colegio y en la universidad, cogió fuerzas y perdió 30 kg en poco más de un año.
¿Cuál fue su secreto? “Tengo batidos de proteínas con claras de huevo para el desayuno, también después del entrenamiento, pero soy vegetariana, así que no tengo carne, y en su mayoría son muchas verduras frescas que me hacen sentir bien” afirmó Riley.
Conozca a esta mamacita a continuación:
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