El futuro campeón del mundo a partir de 2026 disputará el mismo número de partidos que jugó Alemania en Brasil en 2014, siete.
La fase final de la Copa del Mundo de Fútbol se expanderá a 48 países, 16 selecciones más de las que vienen participando desde 1998.
El consejo de la FIFA aprobó este martes de manera unánime la expansión que asegura beneficiará a un mayor número de países que hasta el momento no han tenido la posibilidad de disfrutar de la máxima fiesta del fútbol internacional.
Con el nuevo formato se jugará una fase inicial de 16 grupos de tres equipos cada uno , de la cual avanzarán los dos primeros, dando paso a una fase de eliminación directa con los 32 países clasificados.
El número de partidos del torneo aumentará a 80, de los 64 que se juegan actualmente, pero los eventuales finalistas seguirán disputando siete partidos cuando se implemente la propuesta a partir del mundial de 2026.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha sido uno de los principales impulsores del nuevo formato.
La duración del campeonato será de 32 días, una medida que está dirigida a apaciguar el descontento de los clubes europeos -que hasta ahora proveen del 80% de los jugadores- que habían rechazado un aumento de partidos y de tiempo en la fase final del mundial debido al congestionado calendario de fútbol internacional.
¿Por qué el aumento?
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha sido el principal promotor de la idea, así como lo fue de la expansión de la Eurocopa de 16 a 24 países cuando era el secretario general de la UEFA y mano derecha del entonces presidente Michel Platini.
Infantino está convencido que la fase final de un Mundial tienen que ser «más inclusiva».
«Creo que hoy el Mundial de fútbol es más que una competición deportiva. Es un evento social», justificó el dirigente.
» El fútbol ya no es sólo Europa y Sudamérica «, agregó.
La idea de la FIFA es que el fútbol pueda crecer en aquellos países donde todavía no se ha logrado desarrollar, como sucede en varias partes de África.
La idea del llamado «Mundial de los pobres», como es percibido en confederaciones como la africana y la asiática, es que beneficie el «desarrollo del fútbol alrededor del mundo».
«No hay nada que tenga más impulso para el fútbol en un país que participar en un Mundial», había dicho Infantino al ser consultado el pasado mes de diciembre sobre su idea.
Pese a que desde la FIFA aseguran que la decisión no está basada en el beneficio financiero, se estima que con el nuevo formato el organismo aumentará sus ingresos a más de US$6.500 millones, lo que representará un incremento de unos US$650 millones.
¿Cómo funcionaria?
Lo aprobado este martes fue la idea de aumentar la fase final a 48 países, lo que significa más de un tercio de las 212 federaciones que forman parte de la FIFA, además de aceptar el formato preferido de 16 grupos de tres selecciones en una primera fase seguida de rondas de eliminación directa, comenzado a partir de los dieciseisavos de final.
Al clasificar a los dos primeros de cada grupo se está garantizando que la mayoría de las selecciones disputen por lo menos tres partidos
El trofeo que todos quieren levantar, la Copa del Mundo de fútbol.
Pero las modificaciones no acabarían allí, aunque todavía no hay nada decidido y los cambios tendrán que ser aprobados en futuras reuniones de la FIFA.
En cuanto a la fase de grupos se está pensando incluir una definición por penales en caso de empate para evitar que en el tercer encuentro exista un acuerdo para lograr un resultado que beneficie a los dos países.
También está la posibilidad de que en las tres primeras eliminatorias -16vos, 8vos y 4tos- no haya tiempo suplementario y se resuelvan en la definición por penales en caso de terminar igualados.
Las prórrogas entrarían en escena solamente en semifinales y en la final.
Todos los partidos tendrían un horario en exclusivo y no habrían encuentros simultáneos , lo que beneficiará a la audiencia de los países que están jugando, además de aumentar la exposición de los patrocinadores en un mismo período de tiempo.
¿A quién beneficiaría?
En lo deportivo se abre la posibilidad a todas aquellas selecciones que no suelen participar en la fase final de una Copa del Mundo o que todavía no han logrado clasificar.
Infantino mencionó durante varias ocasiones los casos de Costa Rica en el Mundial de 2014 -que clasificó de primera en un grupo que contenía a Uruguay, Italia e Inglaterra- y de Gales e Islandia en la pasada Eurocopa como ejemplo para la ampliación.
La última vez que el Mundial se disputó en una país de la CONCACAF fue en Estados Unidos en 1994, por lo que una candidatura de América del Norte toma fuerza para 2026.
Sin embargo, muchos consideran que el nivel de fútbol exhibido en el torneo en Francia dejó mucho que desear y que algo similar podría ocurrir en el Mundial de 2026 con selecciones que no están entre las mejores del mundo.
Estos últimos apuntan al caso de Tahití, que en la Copa Confederaciones de 2013 perdió los tres partidos que disputó y recibió 24 goles.
Tampoco está decidida la distribución de los 16 cupos que se añadirán, aunque se espera que los grandes beneficiados sean las confederaciones de África y Asia.
Hace un tiempo la FIFA presentó a discusión un reparto de cupos tentativo en base a un mundial de 40 países, que proyectado a uno de 48 dejarían a Europa con 16 representantes (actualmente tiene 13), África con 9 (5), Asia con 8,5 (4,5), Sudamérica con 6 (4,5), Concacaf con 6,5 (3,5) y Oceanía con 1 (0,5), además del cupo reservado al país sede .
En cuanto a la logística, el nuevo mundial no aumentaría el número de estadios sedes, aunque si requeriría un aumento en el número de campos de entrenamientos para albergar a las 16 nuevas selecciones y de infraestructura hotelera para recibir al incremento en el número de aficionados.
Cuando faltan menos de 10 años para la Copa de 2026 es posible que la FIFA opte como sede a una zona geográfica que esté preparada para albergar el evento, tomando fuerza una candidatura individual o en conjunto de América del Norte: México, Estados Unidos y Canadá.
Fuente BBC Mundo