Entramos a modo noviembre pero eso no significa que la noche de Halloween deba quedarse atrás, ya que algunos disfraces lograron deslumbrar gracias al empeño que le pusieron los fanáticos de la noche de brujas.
Precisamente ese fue el caso de la leyenda del baloncesto, LeBron James, quien decidió encarnar a uno de los personajes de Stephen King para pedir dulces.
Se pintó el rostro y se vistió de Pennywise, el payaso diabólico que regresó al cine este 2017 para seguir aterrorizando a niños y adultos.
Cabe resaltar que LeBron, al medir dos metros, se asemeja al tamaño de terror que siembra el payaso bailarín.