Un turista francés quiso comprobar la veracidad del mito que asegura la solemnidad de los guardias británicos, quienes son vistos como disciplinados y se mantiene inmóviles ante cualquier situación.
“¡He, fuera de aquí! ¡Ya vino e hizo lo mismo ayer! Apague la cámara!” gritó el desesperado guardia.
Aunque todo tiene su límite y este sujeto pasó la línea al estilo Homero Simpson en la famosa serie, quien desesperó a los guarias y recibió un gran susto de parte de uno de ellos, ya que pueden conservar la calma pero reaccionar ante cualquier situación que consideren irrespetuosa para su nación.