El hecho ocurrió en Nueva Zelanda donde un hombre con ascendencia asiática fue a tramitar su pasaporte. Para su sorpresa, el trámite se tuvo complicaciones porque supuestamente él había salido con los ojos cerrados.
Al parecer la culpa no fue por ningún personaje racista si no por una sofisticada máquina de reconocimiento facial y esta no es la primera vez que comete errores.
El afectado publicó su foto en Facebook ¿Cree que salió con los ojos cerrados o no?
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