Este fue el caso que registró SPEISA, el cual cuenta como un polaco de 25 años llamado Kamil se tomó hasta el agua de la lluvia y el resultado no fue el mejor, ya que sobrepasó los límites y no fue un simple guayabo.
Este sujeto sufrió un envenenamiento por el alcohol y después de ser trasladado al hospital, la reunión terminó en una fría morgue después de ser declarado como muerto a causa de un infarto.
Pero como en las películas, Kamil despertó para pedir la otra y cuando vio todo oscuro no le quedó más camino que gritar por ayuda, afortunadamente la morgue estaba custodiada por un guarda de seguridad quien escuchó sus gritos y lo ayudó.
Después de todos los procedimientos de seguridad, lo llevaron a su casa. Brindemos porque burló a la muerte…