Cuba: fue el sitio donde se dieron los primeros contactos entre las Farc y el Gobierno. Antes de que iniciaran las conversaciones formalmente en 2012, ese país permitió los diálogos exploratorios durante seis meses.
Desde entonces y hasta ahora, el Gobierno de Raúl Castro ha brindado seguridad, alojamiento, transporte, salud para las delegaciones y ha mediado para resolver las tensiones entre ambas partes en los momentos críticos de la negociación.
Noruega: este país financió la logística en los primeros acercamientos. Además ha liderado el proceso de desminado a través de la organización ‘Ayuda Popular Noruega’ con la que ha estado al frente del plan piloto que se implementa en los departamentos de Antioquia y Meta desde el año pasado.
Venezuela: la figura de Hugo Chávez fue fundamental para que la guerrilla se sentara a negociar, y según el presidente Nicolás Maduro, una de los últimos deseos que tuvo el fallecido presidente fue brindar todo el apoyo necesario para las negociaciones.
Chile: Fue elegido por el Gobierno colombiano como país acompañante y el delegado del Gobierno de Michelle Bachelet para este proceso fue Luis Maira, un exiliado de la dictadura de Pinochet quien estuvo al frente de la campaña por el NO para sacarlo del poder y quien aportó su conocimiento en procesos de transición política en América Latina.