El León salió dormido y algo perdido. Los rojos no alcanzaron a acomodarse en la cancha y llegó el primer gol. En apenas tres minutos de juego, Driussi recibió un balón dentro del área y la mandó a guardar. El Monumental estalló y, mientras tanto, Costas intentó arreglar el esquema. Pero poco se logró. Omar Pérez no mostró su mejor versión y aunque la jerarquía del calvo es necesaria, también lo era el fútbol y por eso tuvo que ser sustituido para el segundo tiempo, dándole entrada al joven Kevin Salazar.
Los Cardenales no fueron menos que River, nunca. Santa Fe tuvo un par de oportunidades claras y alcanzó a emocionar a sus hinchas. Pero en el 51′, Alario, recién convocado a la selección de Argentina, puso el segundo en el marcador tras otro error infantil en defensa… ¡no podemos dormirnos así, León!
Cinco minutos después se despertó la ilusión. Salaberry atacó la pelota dentro del área y con un certero cabezazo puso el descuento. El León alcanzó a soñar, pero el tiempo no fue suficiente y River se quedó con el título.