Hasta ahí, todo va bien, pero la polémica llegó cuando se conoció que este nuevo show permitirá toda clase de comportamientos, ya que su 30 concursantes podrán llevar cuchillos, podrán pelear, beber alcohol y hasta violarse, pues las 900 hectáreas de escenario se “prestarán para ello”.
Los participantes tendrán que firmar un formato en el cual se aclara que todo está permitido, además que tendrán 2.000 cámaras alrededor del territorio para ser vigilados.
“Cada participante asumirá toda la responsabilidad de quedar mutilado o morir», aseguró el empresario ruso Yevgueni Piatkovski.