El Embajador empezó perdiendo contra Tolima y se olvidó de jugar al fútbol en el Campín. Pero Millonarios levantó cabeza y, con las uñas, entregándolo todo, apoyado en los cánticos de 20.000 hinchas, hizo respetar la casa y consiguió un triunfo en el último minuto del partido. ¡Qué apretadera! pero ganar es ganar y los puntos se quedan en Bogotá.
Se empezó a enredar el panorama de Millos después de un error defensivo que terminó en gol del Tolima. Valencia intentó devolver el balón a Vikonis, pero Pérez, del Tolima, robó el pase y puso la pelota para que Otálvaro abriera el marcador. Ay Millos… cómo dueles a veces…
Desde ahí, el Lechón empezó a controlar el juego. Los azules se perdieron en el mediocampo y la poca precisión con la pelota volvió a ser protagonista. Pero en el segundo tiempo cambió la historia. Millos aprovechó la expulsión de Tapia y con Maxi Núñez en el campo, los azules crearon ataques repetitivos por las bandas. Entró Agudelo por Carrascal y la cara del equipo cambió: hubo más dominio y apareció el gol. Fue Escobar el que puso el empate con un derechazo que encendió al Campín a media hora del final.
Millos llegó pero no logró concretar. Además, faltando 10 para el final, Valencia terminó de firmar un flojísimo partido y se fue expulsado. Pero los ídolos están en un equipo por algo y eso demostró Rafael Robayo, quien reemplazó a Escobar y entró para ganar el partido. Robayo aprovechó un rebote y mandó la pelota al fondo de la red cuando el árbitro ya se alistaba para cerrar el encuentro.
¡Qué agonía! ¡Qué grande Millos! Segundos en la tabla, a dos puntos de Junior que es el líder con 16 puntos. Sí, hay mucho por corregir, pero que nunca haya dudas: La casa se respeta y el Embajador no se rinde! VAMOS LOS MILLOS!