Paul McCartney tuvo una gran depresión después de la separación de los Beatles. Fue tan grave su tristeza que casi tuvo problemas con el alcohol por un tiempo y consideró renunciar del mundo de la música. Todo esto fue confesado por el artista en una entrevista a la emisora BBC.
«Estaba muy deprimido. Cualquiera lo estaría. Era una separación de mis amigos de toda la vida«, afirmó McCartney. «No sabía si debía seguir en la música, me había destrozado (…) Así que me volqué a la bebida«, agregó el ex Beatle.
El músico reveló que al principio, se sintió bastante bien; sin embargo, tiempo después ya no funcionaba. «De repente ya no me divertía, no funcionaba«, afirmó con voz temblorosa.
Su esposa del momento, Linda, fue quien le dio fuerzas para fundar la banda Wings. «Quería volver a la cima (…) Actuábamos en las universidades y trabajábamos duro para llenar los pabellones de las ciudades. Era divertido, porque poco antes había llenado estadios«, afirma McCartney.