Para desarrollar su estudio, el científico citó dos extensos grupos de daneses que contaran con interacción en Facebook para aplicar a la investigación. A los integrantes del grupo número uno les pidió utilizar su red social con total normalidad, mientras que en el segundo grupo los participantes dejarían de usar la red social por una semana.
Pasado el tiempo, Morten Tromholt recogió la información que arrojó su estudio, el mismo que aseguró que la experiencia del segundo grupo con la participación en el estudio fue satisfactoria, ya que una semana sin consultar su perfil de Facebook los hizo sentir menos solitarios y más felices.
As su vez, también reconocieron que habían tenido menos problemas de concentración y que su tiempo se sintió menos perdido.