En el fútbol brasileño pasó una insólita acción que se podría llevar el título al penalti más raro o si quieren, al más «de malas», para el ejecutor, del año. Se enfrentaban el modesto Gloría frente al poderoso Internacional de Porto Alegre y a falta de cinco minutos para el final, el Inter tuvo un penalti a favor. Marquinhos cobró y pasó lo inexplicable: el balón pegó en los dos palos sin entrar en la portería e incluso tomando el rebote, el atacante golpeó en el talón del arquero, que no sabía donde estaba en balón. Acá la increíble acción: