La primera parte fue para el Junior. Los visitantes armaron carnaval en Bogotá y aprovecharon la cancha mojada: con un remate de media distancia de Ovelar que se coló entre las manos de Vikonis abrieron el marcador y durmieron a Millonarios. Cero fútbol para el local y ninguna conexión entre el mediocampo y los delanteros.
Pero la segunda parte se pintó de azul. Entró Carrascal para darle un aire al equipo y todo cambió. Millonarios fue una tromba y salió dispuesto a defender la casa. Primero llegó el de Robayo –con complicidad de un defensa del Junior-. El capitán del equipo clavó el empate de cabeza y el fútbol se activó. A los tres minutos apareció Rangel para poner el mejor gol del partido. De 9 puro. El atacante recibió un pase de Lewis y la mandó a guardar en el ángulo izquierdo. Imposible de atajar. Millos daba la vuelta pero quería más.
Faltando 20 minutos el mismo Rangel sacó un remate desde fuera del área y puso el tercero y definitivo para Millonarios. Fútbol en su máxima expresión y el Campín cantando el “ole” a todo pulmón.
Al finalizar el juego esto le dijeron tres ídolos azules al RockAndGol