«No estamos seguros de por qué ocurre esto, pero podría ser que las parejas que realizan más actividades sociales en su tiempo libre juntos, tienen una mejor calidad de vida», aseguraron los investigadores. Es decir, que la bebida podría ser ese lazo que une a las personas, pero no sería la única razón para ser felices.
Dentro de las preguntas realizadas a cada una de las personas tenían que contestar si bebían, cada cuánto lo hacían. Esto arrojó que las parejas que beben juntas tienen una relación más sólida, incluso pueden llegar a los 33 años juntos.
En conclusión, lo que hace más feliz a la pareja es compartir los mismos hábitos y ser cómplice de la pareja compartiendo algunos tragos.