Desde hace años en Colombia diferentes grupos de moteros se reúnen semanalmente para compartir experiencias y sobre todo llevar a otro nivel la pasión que los une; las motocicletas.
Estas comunidades se crean principalmente por el tipo de moto que el interesado tenga, la referencia y el cilindraje. También muchas otras nacen a partir del lanzamiento de una nueva moto. La idea es experimentar las diferentes bondades que sus máquinas les brindan, poner a prueba la capacidad de sus motores, contrastar opiniones y sobre todo rodar por las carreteras de nuestro país, el cual deslumbra con la maravilla de sus paisajes.
En internet y sobre todo en las redes sociales, estas comunidades abren foros y perfiles en Facebook, en los que se van narrando sus últimos encuentros, por medio de blogs, fotos y vídeos. Por lo general, escogen un día entre semana para hacer pequeñas rodadas en las noches y los domingos toman todo el día para descubrir nuevos horizontes cerca del lugar en el que habitan.
Muchos moteros siguen estos perfiles, comparten y comentan. De hecho, hacen latente la necesidad que dentro de estos focos de opinión, se publique más información sobre seguridad vial, los diferentes parámetros que se tienen en cuenta a la hora de hacer una revisión de una motocicleta en un retén, la claridad en las normas de tránsito y sobre todo la seguridad para quienes conducen ya que en los últimos años el número de robos ha venido aumentado.
Más de una comunidad tiene una fecha especial en el año, un gran encuentro en el que todos sus moteros asisten. Muchas veces, esta puede ser en torno a un gran festival o un día que escogen para hacerlo una cita inamovible dentro de sus agendas. A medida que va creciendo el número de sus integrantes, estos grupos se van convirtiendo en hermandades en el que el apoyo entre ellos mismos se vuelve casi un requisito fundamental.
David Baquero, apasionado por las motos hace muchos años y motero perteneciente a varias comunidades desde hace uno, nos cuenta que la responsabilidad social es otro motor que mueve los corazones de estos amantes de la adrenalina. Ya sea ayudando a algunos de sus integrantes con diferentes calamidades o haciendo recolecta para ayudar a diferentes personas en navidad y también apoyando diferentes causas como lo fue el terremoto en el Ecuador el pasado mes de abril.
Por lo general estas comunidades no tienen ninguna restricción, se aceptan hombres y mujeres de todas las edades, estatura y nacionalidad. Lo más importante para ellos es que se sienta en sus venas la verdadera pasión por las dos ruedas.