Es decir que si uno escuchaba Blur o sabía de una niña con cara y actitud de duende (Bjork) se convertía en parte de una especie rara digna de personajes que seguramente estudiaban artes o Publicidad.
Yo era uno de esos en medio de tanto «Wanna be», no el que quiere aparentar lo que no es, sino la canción Wannabe de Spice Girls que sonaba por todas partes. En medio de todo ese alboroto y gente llorando nuevamente por un Titanic, apareció ese Brit Pop que a muchos nos enloqueció.
Ahí conocí a la familia Gallagher y para mi será un sueño ver a ese icono de los noventeros como yo que, con nostalgia espera oír su nueva música y los clásicos que cantábamos al lado de una grabadora con CD.