El año pasado, su historia se volvió viral cuando ella escribió sobre su look elegido: una camiseta blanca de seda y pantalones negros clásicos. Esta fue la ropa que ella decidió que se convertiría en su uniforme de trabajo.
Un año después, un presentador de televisión en Australia quiso seguir la misma tendencia. Él vestía el mismo traje azul todos los días; sin embargo, a diferencia de Kahl, nadie notó esto.
En ese momento y con esa noticia, Kahl aseguró:
“Soy juzgada en mis entrevista, mi pésimo sentido del humor o sobre cómo hago mi trabajo, básicamente. Normalmente, las mujeres son juzgadas sobre qué están vistiendo o cómo está su cabello”.
Kahl se mudó a Suecia y ahora trabaja como gerente creativa de Sony Music. Pero ella todavía se sigue vistiendo de la misma manera y su iniciativa ha sido acogida por muchos trabajadores que quieren quitarse de encima la presión de tomar la decisión todas las mañanas sobre qué vestir.
Matilda, tiene en su closet 10 camisas blancas de seda, 5 pantalones negros y tres chaquetas negras que usa cuando hace frio.
“Puede sentir la diferencia real en mi productividad, pero lo que mejor es que soy menos consciente de mi misma y puedo concentrarme en mi trabajo”, asegura Kahl.
Una foto publicada por Matilda Trille Kahl (@lilltrill) el
Friday bitchez. Let's sit on tables and look stock-photo happy. 🎀 📷 Andrew Slough
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