Hay partidos entre los coleros de las ligas más emocionantes que lo visto entre Manchester City y Real Madrid. Demasiado respeto entre ambos y ni hablar del miedo para atacar. Los dos equipos se dedicaron a estudiarse; a aprovechar un error del otro para generar un contragolpe y poco más. Tal vez olvidaron que era una semifinal de Champions League. Tal vez prefieren dejar la vida jugando en el Bernabéu. Lo cierto es que, por ahora, la llave sigue abierta.
Sin Cristiano pero con Lucas. Así paró Zidane a un Real Madrid que se ve perjudicado sin su estrella y más cuando Marcelo tiene que suplir los errores de quien sea que tenga adelante. El brasileño es clave no sólo para defender, sino en la lluvia ofensiva. Nunca estuvo cómodo y el equipo lo sintió.
Por su parte, el City, encomendado al Kun Agüero como único referente ofensivo, no pudo concretar los pocos contragolpes que generó en los pies de De Bruyne y Silva. Le sigue costando mostrar un estilo propio y mucho más sin Yayá Touré en el campo.
Fue hasta el minuto 70 cuando Jesé (reemplazó a Benzema que salió tocado) tuvo la primera opción. El español cabeceó un balón que se estrelló en el travesaño y ahí el Real se despertó de la siesta. Luego Modric se animó con un derechazo; Bale hizo lo mismo con la zurda y hasta Carvajal tuvo la suya. Pero la más clara fue para Pepe. El central se encontró un balón en el área y, cuando sólo tenía que empujarla, remató con ganas pero sin mente. La pelota se estrelló en el pecho de Hart y fin de la historia.
Por ahora la historia está en empate. El próximo miércoles se decide todo en el Santiago Bernabéu. Los citizens buscan llegar a una final por primera vez en su historia, el Madrid quiere bañarse en gloria otra vez. ¡Hagan sus apuestas!