¡Para culminar el juego! Les dejamos la combinación James-Morata para acabar con marcador 2-1 S.Lisboa #ChapionsRPC pic.twitter.com/Dphyk8IWty
— Deportes RPC (@deportesrpc) 14 de septiembre de 2016
Al Real Madrid se le iba complicando el debut en Champions League. Los blancos empezaron fundidos, sin fútbol y confiados. Esa actitud les empezó a pasar factura: varios chiflidos en el estadio y cero resultados. Lo mejor que tuvo el equipo fue Bale, pero poco a poco se fue contagiando del resto y el Madrid entró en coma.
El segundo tiempo empezó y con él llegó un balde de agua fría. Bruno Cesar aprovechó una pelota dentro del área y con la zurda mandó a guardar la pelota. El Sporting se ponía arriba para silenciar al Bernabéu.
Nada cambió. El Real siguió durmiendo, pero Zidane decidió hacer los cambios que marcaron el resto del cuento. Salió Benzema, entró Morata; salió Bale, entró Lucas. ¡Qué inyección de energía! Los jóvenes entraron a comerse el campo.
Pero la verdadera joya entró en el 77′. El colombiano, el ’10’. James entró por Kroos y en el primer balón que tocó puso a Morata mano a mano con el arquero del Sporting. Primer intento. Luego, tres minutos después, le puso una pelota a Carvajal que por poco termina adentro.
Faltando un minuto para el final, Cristiano Ronaldo empató el partido con un golazo de tiro libre y parecía que todo terminaba en empate.
Que golazo de @Cristiano! #HalaMadrid #CristianoBalonDeOro pic.twitter.com/J5tkN6kncu
— Julio Franco (@julio_francog) 14 de septiembre de 2016
Pero no. James tenía un último recurso. Cuando apenas quedaban 10 segundos de partido, el colombiano sacó uno de esos centros con su sello y le puso la pelota a Morata. El español cabeceó y puso el gol del triunfo merengue. El campeón celebra sus primeros tres puntos con un sabor muy colombiano.