Una fuente de la industria musical que fue entrevista por ‘The National Enquirer’ aseguró que envió algunos mensajes, el 19 de abril, para dar avisar a los amigos del cantante que este padecía de SIDA.
“Estaba en pésimo estado”, aseguró esta fuente. “Los médicos le dijeron a Prince que sus mediciones sanguíneas habían caído muy bajo y que su temperatura corporal había bajado peligrosamente a 94 grados Fahrenheit en vez de los 98 normales (…) Tenía deficiencias de hierro, estaba débil y desorientado«.
En ese momento, Prince le dijo a sus amigos: “Dios puede curarme. Y lo hará”.
De hecho, la misma fuente aseguró que los miembros de la Iglesia a la que pertenecía Prince dijeron que ignorara la enfermedad porque poseía «vida eterna”.
Enquirer también comentó en su publicación que la enfermedad lo hizo perder más de 60 libras de peso. “Tenía la cara amarillenta (…) la piel del cuello le colgaba y tenía las puntas de los dedos entre amarillas y cafés”.
Algunos días antes de su fallecimiento, testigos vieron al cantante yendo y viniendo de una farmacia para recoger bolsas de medicamentos.
Además, un empleado de la tienda Walgreens que atendió a Prince aseguró: “nos asombró verlo tan demacrado anoche. Le dijimos que estábamos orando por él”.
El diario The Mirror averiguó que Prince si padecía de sida; sin embargo, el músico se vio en la obligación de realizar una nueva gira debido a sus problemas financieros causados por sus gastos excesivos.
También se ha relacionado la muerte de Prince con dos sitios web estadounidenses que publicaron dos días antes del fallecimiento del músico, que «una celebridad afroamericana sumamente popular» padecía sida, pero no dieron su nombre.