Muchas personas que disfrutan de una noche de tragos, al otro día se arrepienten de lo que hicieron, o peor aún, se arrepienten del guayabo.
En restaurante ‘Whitthie’s Fish & Chips’, ubicado en Canadá, sufría una crisis económica enorme, tanto así que su dueño, un hombre de 70 años, pensó en cerrar el establecimiento porque las personas no entraban ni a pedir la hora.
A ‘Whitthie’s Fish & Chips’ llegó un sujeto llamado Colin Ross con una resaca de muerte que probó los platos que cocinaban allí y quedó a gusto con el sazón del restaurante, pero su entró en confusión por la falta de clientes.
Agradecido por la comida, Colin compartió las fotos de los platos característicos de restaurante y por arte de magia se volvieron virales en Facebook, tanto así que al solitario lugar llegaron 500 clientes en tan solo dos semanas.
Ahora para entrar al ‘Whitthie’s Fish & Chips’ hay que hacer fila.
