Sin embargo, si aplicamos ese diseño con llamas de fuego y todo en Bogotá, nos daríamos cuenta que nadie intentaría robarle ese triciclo. Un beneficio que no tiene una bicicleta normal.
Aunque el artefacto jamás llegará a distribuirse por problemas de seguridad para el conductor, queremos hacerle un reconocimiento a este joven por medirse a hacer este triciclo rockero.