Como consecuencia de esto, la Comisión de Protección de Consumidores de Estados Unidos anunció que planea retirar más de un millón de teléfonos celulares Samsung Galaxy 7, esto después de que se conoció el riesgo que representa por su explosión.
Según la información de Elliot Kaye, presidente presidente de la CPSC, la medida empezará a regir para esos usuarios que compraron sus dispositivos antes del 15 de septiembre, y aparte de esto deberán tener un celular como reemplazo a más tardar el 21 de septiembre.
Por su parte, Samsung se puso a tanto de la situación y aclaró que los usuarios que se sientan inconformes podrán pedir la devolución del dinero o cambiar su Galaxy Note 7 por otro dispositivo del mimo modelo.