Cuando las personas bajaban del ascensor o del Transmilenio y empezaban a caminar, se veía el movimiento de las bombas.
Sin duda alguna, el experimento demostró que nos movemos mucho más de lo que creemos, por esta razón y para que no pase la vergüenza de tener un buen mapa mientras le echa ojo a la niña que le gustó en Transmilenio o en el ascensor de la oficina, Rexona creo la protección extra para cada uno de sus movimientos.