Resulta que en la Universidad de Ghent, ubicada en Bélgica, crearon este artefacto que a base de luz solar convierte la orina en agua confiable para ingerirla y posteriormente el agua que se recicla se convierte en cerveza.
En caso de que el desenlace de este estudio tenga un resultado excelente, los desarrolladores planean instalar algunas de estas máquinas en los estadios de fútbol, aeropuertos, centros comerciales y demás establecimientos públicos.
¿Les irá bien con este nuevo invento?