Caster Semenya nació con atributos sexuales masculinos que no se desarrollaron porque no tenían la suficiente producción de testosterona. Su condición se conoce como intersexualidad, pero cabe destacar que desde pequeña Caster se sintió mujer y de esta manera se ha comportado toda su vida.
En las semifinales de los 800 metros femeninos de los actuales Juegos Olímpicos, Caster marcó el mejor tiempo, 1:58:15, y su fuerza y velocidad prevén que suba a lo más alto del podio. Esto tiene a la atleta en el centro de la polémica, pues sus competidoras afirman que está ganando gracias al nivel superior de testosterona que tiene en su cuerpo, y alegan que es injusto.
Este tema se ha convertido en la sombra de la atleta desde 2009, cuando ganó el mundial de Berlín con niveles de testosterona tres veces más altos de lo normal. Mañana será la competencia final de los 800 metros femeninos y seguramente volveremos a tener noticias de Caster.