Al líder de la banda U2, Bono, el atentado terrorista que sacudió la ciudad francesa de Niza el pasado jueves le mantuvo encerrado algo más de media hora en el restaurante ‘La Petite Maison’ donde se encontraba cenando con unos amigos, mientras los responsables del local protegían puertas y ventanas con todos los materiales que se encontraban en ese momento disponibles.
Por desgracia, esta no es la primera vez que el artista irlandés experimenta en primera persona la barbarie del terrorismo. De hecho, el pasado mes de noviembre la banda al completo se encontraba en la capital francesa haciendo la prueba de sonido del espectáculo que iba a ofrecer un día después en el Accor Hotels Arena de la ciudad, cuando a pocos metros del lugar, en la sala Bataclan, se produjo el tiroteo en el que perdieron la vida alrededor de 90 personas durante la actuación del grupo Eagles of the Death Metal
La traumática experiencia unió a Bono -cuyo nombre real es Paul Hewson- y a Jesse Hughes, líder del mencionado grupo y superviviente del ataque, en unos días de duelo y oraciones por las víctimas.
«Sin palabras, Bono me ha enviado un teléfono para que pudiera llamar a mi madre. Le llamé para darle las gracias y durante los siguientes tres o cuatro días me ha llamado para saber cómo estaba y rezar conmigo», comentaba el cantante al portal de noticias Xposé.
Varias semanas más tarde, Eagles of the Death Metal volvía a la capital francesa para retomar el concierto más «importante» de su carrera, al que estaban invitados todas las víctimas y familiares.