En la cuarta categoría inglesa se disputaba un importante juego entre dos equipos que disputan mano a mano por el ascenso: el Plymouth contra el Wycombe Wanderers. Cuando transcurría el minuto 15 de partido, el portero del equipo visitante tenía que ser sustituido debido a una lesión; sin embargo, el D.T., al no contar con arquero suplente, decidió enviar al campo de juego a su asistente técnico.
El improvisado arquero se llama Barry Richardson, quién tiene 46 años de edad y es el segundo entrenador del Wycombe Wanderers. Lo más sorprendente de la situación fue que el veterano guardameta logró mantener su valla en cero y tuvo dos magníficas intervenciones. Antes de colocarse los guantes, el buen Richardson se tomó una taza de té, creemos que para matar los nervios, en el mismo campo de juego, así se vio reflejado en un tuit publicado por su equipo:
¡ De no creer!