Este es el caso de Steve y Sam, dos buenos amigos que mantuvieron comunicación durante diez años, pero no con tiernas llamadas telefónicas o mensajes de texto, esto se logró con eufóricos videos llenos de saludos que solo amigazos podrán entender.
Así, clip por clip, recolectaron lo que ahora quedará como un recuerdo cuando viajaban por el mundo por separado y se mandaban mensajes llenos de groserías y afecto durante diez largos años.