El 10 de la selección hizo parte de un entretenedor comercial de una bebida hidratante, donde se mostró como actor y protagonizó una divertida escena donde los transeúntes no saben qué es lo que pasa.
Al principio del comercial James aclara lo que planea, después junto a un par de comentaristas y un juez central, escogen a un joven que es víctima del propósito del comercial, donde un poco confundido por lo que está sucediendo se deja llevar por la emoción del momento.
Después llega el jugador colombiano y simula una infracción de la que es víctima, y como el joven ya había sido “amonestado por hidratarse”, recibe la segunda tarjeta amarilla con la que es expulsado de la calle.
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