“La banda intentará sacar un disco el año que viene y yo quiero construir más parques en Montana. Empezamos a construir una en Stevensville en dos semanas. Acabamos de terminar un ‘bowl’ en Havre y hay cinco o seis ciudades más con las que ando en conversaciones. Yo lo miro de forma que si salgo de gira y hago más cosas con la banda, hago más dinero. Si hago más dinero, construyo más parques. Me ayuda a emocionarme más a salir de gira porque normalmente no es algo que me emocione demasiado”, afirmó.
Ament recordó sus inicios en Seattle y como tuvo que dejar la ciudad por la presión:
“Para cuando me mudé a Seattle, me moría de ganas de irme de Montana. Yo andaba muy metido en el punk rock y en el arte. Fui a Seattle en 1982, mi primer año de instituto y vi a The Clash y a X tocar en el Show Box. Mi amigo me dijo que iba a abrir un bar de punk y el primer concierto era Channel 3. Así que dejé el instituto y viví en el cuarto de mi colega durante dos meses hasta que conseguí trabajo. Por entonces me encantaba Seattle. Pero cuando las cosas petaron con el grupo, el barrio en el que vivía desde siempre, Queen Anne, se puso raro. No podía ni salir a comprar. Volvía de gira y parecía ser igual de trabajoso que cuando estaba de gira.