Como protagonista del filme, Rudd está en la obligación de hacer una gira de medios, pero en una de las entrevistas que dio con Clevver Movies y la periodistas Erin Robinson, el foco de atención estuvo enfocado en algunos detalles sonoros y mal olientes.
El actor, estaba sentado en un sillón de cuero que producía unos sonidos muy similares a flatulencias cada vez que se movía, y no pudo contener las ganas de molestar con la presentadora.