Esta vez, Sergio Mejía, un joven de 24 años, hijo de inmigrantes, quiso aprovechar el momento y realizar un experimento social con el que pretendía demostrar que la opinión de Trump sobre los latinos es completamente equivocada.
Para esto se vistió de color naranja, se puso esposas y se vendó los ojos. Luego, se colocó junto a un letrero con una inscripción que decía: “Conoce a un inmigrante. ¿De verdad me ves como un violador y narcotraficante”.
La idea se le ocurrió después de escuchar las declaraciones de Donald Trump.
“Lo primero que se me vino a la mente fueron mis padres, dos inmigrantes. No es cierto que sean criminales, eso no es así”, afirmó el joven.
Hay que resaltar que hace 10 años el papá de Sergio fue deportado y su mamá tuvo que hacer un gran esfuerzo por sacar adelante a sus cinco hijos.
El resultado del experimento fue muy esperanzador y confirma que no todas las personas nacidas en Estados Unidos tienen el pensamiento tan negativo como el del señor Trump:
Sergio contó su experiencia:
“Muchos me daban la mano. Había gente que lloraba conmigo, me abrazaban, me agradecían por hacer esto. Pero también había quienes de lejos me gritaban que a nadie le importaba eso, que éramos inmigrantes y deberíamos regresar a nuestro país.
Si tuviera a Trump al frente le diría que todos tenemos problemas, pero que este país es bello porque no es de nadie; es por y para la gente que tiene sed de cambio y hambre por un nuevo comienzo. Soy hijo de inmigrantes y ellos, al igual que otros millones, solo deberían ser juzgados por sus intenciones de mejorarse a sí mismos y a este país”.