Sin duda alguna, este anuncio no es una sorpresa ya que este servicio era totalmente gratis, no contaban con los permisos de las discográficas para tener esta música alojada en sus servidores y, mucho menos contaban con la autorización de beneficiarse mediante publicidad en su sitio web.
Lo que realmente pasó es que Escape Media, sus dueños, acordaron con las empresas discográficas el cierre de su sitio y todas sus operaciones luego de 6 años de batallas legales. De hecho, también eliminaron sus cuentas en Twitter, Facebook y demás redes sociales, no sin antes pedir disculpas a toda la industria con una carta donde promueven otras alternativas pagas como Spotify, Deezer, Google Play, Beats Music, Rhapsody y Rdio.
Es importante mencionar que Escape Media podría ser responsable de hasta 736 millones de dólares en daños y perjuicios por sus violaciones de los derechos de autor, aunque gracias a su cierre, se zafan de esto cesando operaciones.
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