A más de uno se le aguan los ojos cuando ve videos de los monumentales conciertos que se hacían en los 70’s, 80’s y 90’s, en donde los estadios no veían un alma más y los artistas se veían diminutos entre tanta gente pero a la vez con sus temas subían a la cima y causaban cualquier tipo de emociones.
Es justo decir que no hay punto de comparación entre los eventos que se llevaban en esas décadas a los que se llevan hoy en día, sin desmeritar a los nuevos artistas que han sustituido las multitudes por shows más elaborados, privados y casi personales. Pero cabe resaltar que para cualquier fanático del rock hay conciertos inolvidables en los que uno dice ¡debí estar ahí!, estos son un claro ejemplo de eso
Pink Floyd: The Wall (1980). Diez años después Roger Waters, vocalista de Pink Floyd, repitió su hazaña en Berlín después de los eventos de la caída del muro. El show ambientado en nueve mundos, con marionetas gigantes y un show de luces que para la época descrestaban a cualquiera y hoy en día lo hacen.
The Beatles – Shea Stadium y El Concierto en la Azotea (1965/ 1969). En el caso del Shea Stadium, más de 55mil personas se reunieron en plena Beatlemanía, los gritos de las fans eran tan altos que ni siquiera la propia banda podría oírse. Con respecto al concierto en la azotea, el cuál fue el último de la banda, ¿qué podemos decir?, sería fabuloso salir de trabajar y encontrar a tu grupo favorito cantando en la calle.
Queen (1986). Freddie Mercury es un convocador de multitudes y el estadio de Wembley en Inglaterra no fue la excepción, cuando Queen hizo el llamado a sus seguidores y el estadio casi revienta con la convocatoria.
Live Aid (1985). Todo por los enfermos de SIDA en África, ya son 30 años de un concierto que no ha tenido comparación y del cual uno se asombra cuando ve videos y ve lo que un artista o banda puede convocar. El evento fue tan grande que debido a esto, el 13 de Julio, día en el que se llevó a cabo, se convirtió en el día mundial del rock.