El músico había defendido hasta el momento su inocencia, pero decidió cambiar su estrategia reconociendo igualmente las acusaciones de posesión de estupefacientes.
Hay que resaltar que hasta el momento lo que se sabía era que la pena que tendría que enfrentar Rudd sería de siete años de prisión por proferir amenazas de muerte.
"Es simplemente una llamada telefónica efectuada furioso", afirmó Tuck al salir del tribunal. Su defendido, vestido con un traje azul, no quiso realizar ninguna declaración a los medios de comunicación.