No estamos diciendo que la misma mente degenerada haya sido el autor de esta nueva broma, pero valía la pena hacer el ejemplo.
Esta vez en un aeropuerto de Lisboa, las pantallas que deberían tener los itinerarios de los vuelos cambiaron su programación y nuevamente el mundo perdió la cabeza. Antes los ojos de miles de pasajeros, las ‘escenitas’ porno y los sonidos que todos conocemos dejaron congelado a más de uno y otros mirándose entre sí, pensando ¿qué carajos?
No sabemos cuándo duró rodando el video, pero lo suficiente para que más de uno tuviera una anécdota inolvidable y un viaje memorable.